Antonio Machado
Antonio Machado nació el 26 de julio de 1875 en Sevilla. Fue
el segundo de cinco hermanos de una familia liberal; el mayor de ellos, Manuel, trabajó junto a Antonio
en varias obras. Su padre, Antonio
Machado Álvarez «Demófilo», amigo de Joaquín Costay de Francisco
Giner de los Ríos, publicó numerosos estudios sobre el folclore andaluz y
gallego. Su abuelo, Antonio
Machado Núñez, era médico y profesor de Ciencias Naturales. En 1883, su abuelo fue nombrado profesor de
la Universidad Central
de Madrid y
toda la familia se traslada con él a dicha ciudad. Antonio Machado completa
entonces su formación en la célebre Institución Libre de
Enseñanza,
fundada por Francisco Giner de
los Ríos.
En 1889 empieza
sus estudios de bachillerato, primero en el instituto San Isidro y después en
Cardenal Cisneros. Es en esa época cuando se aficiona al teatro junto a su
hermano, y comienza a asistir a tertulias. Machado interrumpe varias veces sus
estudios, afectado por los problemas económicos de su familia tras la muerte de
su padre por tuberculosis en 1893 y su abuelo, tres años más tarde.
El influjo familiar y su centro de estudios marcaron su camino intelectual. Por
aquella época, conoce a Valle-Inclán en una tertulia. Trabaja en la parte de los verbos, en el Diccionario de ideas
afines.
En 1899,
Antonio Machado viaja a París, donde vive su hermano el poeta Manuel, con
quien en lo sucesivo emprenderá una carrera conjunta de autores dramáticos, y
trabaja de traductor para la Editorial
Garnier. Allí
entrará en contacto con, por ejemplo, Oscar Wildey Pío Baroja y asiste a las clases del
filósofo Henri Bergson, que le impresionan profundamente.
Vuelve a España y trabaja de actor mientras alcanza el título de bachiller. En 1902 vuelve
a París y conoce a Rubén Darío. De vuelta a Madrid entabla amistad con Juan Ramón Jiménez y publica Soledades (1903). En 1907 publica Soledades, Galerías y Otros poemas,
una versión ampliada de Soledades,
y gana las oposiciones al puesto de catedrático de francés. Elige la vacante
del instituto de Soria,
donde entabla amistad con Vicente García de
Diego que
era catedrático de latín y griego del mismo instituto. Conoce a Leonor Izquierdo, que trabajaba en casa de Vicente García de Diego, con la que se casará
dos años después; teniendo ella 15 y él 34 años. En 1911 viajará a París al conseguir una
beca para ampliar sus estudios. Leonor cae enferma de tuberculosis y muere
en 1912, lo
que sume a Machado en una gran depresión y éste solicita su traslado a Baeza (Jaén), donde vivirá con su madre dedicado a
la enseñanza y al estudio. Durante siete años, hasta 1919, el poeta enseña Gramática Francesa en
el Instituto de Bachillerato instalado en la Antigua Universidad baezana.
En 1912 publica Campos de Castilla, obra
en la que el autor se separa de los rasgos modernistas que presentaba su
obra Soledades y del
intimismo hacia el que había evolucionado en Soledades, galerías y otros poemas, acercándose a las
inquietudes patrióticas de los autores de la Generación del 98; en efecto, ha mantenido una amplia
correspondencia epistolar con Miguel de Unamuno y algunas de sus ideas se reflejan en este libro. En Baeza,
en 1917,
conoce a Federico García
Lorca, con
el que entabló gran amistad. En 1919 se traslada a Segovia, donde encontrará un ambiente cultural
más acorde con sus gustos y comenzará a participar en las actividades de la
reciente Universidad Popular, que tiene como objetivo la extensión de la
cultura a los sectores sociales tradicionalmente más apartados de ella. Así,
fue profesor de francés en el Instituto de
Segovia, donde
conoció a Mariano Quintanilla. Continuará hasta 1932. En 1932 obtiene la cátedra de Francés
del Instituto
Calderón de la Barca,
de Madrid, y
en 1935 la
del Cervantes. Escribe textos en prosa que luego
serán recogidos en los dos apócrifos Juan de Mairena y Abel Martín. Por entonces corteja a una dama casada, Pilar
Valderrama, que
en los versos de Nuevas canciones (1924),
su último libro de poesía, progresivamente ampliado, como los otros, aparece
bajo el nombre
de Guiomar. Siente un gran interés por la Filosofía y se licencia a
trancas y barrancas en esta materia en la Universidad Central. Con el estallido
de la Guerra Civil
Española marcha
a Valencia. Vivió en la localidad de Rocafort desde noviembre de 1936 hasta marzo de 1938. En 1937 publica La guerra. Entre 1937 y 1939, Machado
publica un total de 26 artículos en La
Vanguardia (que en aquella época era el órgano de expresión del gobierno
de la República y recogía firmas de los más destacados intelectuales y
escritores que apoyaron la causa republicana) A finales de enero de 1939, y ante la inminente ocupación de la
ciudad, sale de Barcelona viajando con Joaquín Xirau Palau en una ambulancia que les fue
proporcionada por José Puche Álvarez, Director General de Sanidad. Tras
unos primeros días en Raset (Gerona), pasa su última noche en España, la del 26
al 27 de enero, en Viladasens. En la tarde del día 28 llega finalmente a Colliure (Francia), en donde muere el día 22 de febrero
en el Hotel Bougnol-Quintana. A los tres días, fallece su madre, Ana Ruiz
Hernández. En el bolsillo de su abrigo se encuentra un último verso: «Estos
días azules y este sol de la infancia». En febrero de 2010 la especialista en
Machado, Monique Alonso, hizo público que, poco antes de morir el poeta, la
Universidad de Cambridge le había enviado una carta ofreciéndole un puesto en
su rectorado. La carta llegó a Colliure al día siguiente de su entierro.Machado
fue expulsado post mortem del
cuerpo de catedráticos de Instituto y hubo de esperarse hasta 1981 para que
fuera rehabilitado, también post
mortem, qué duda cabe, como profesor del instituto
Cervantes, de
Madrid, en memorable orden ministerial de Federico Mayor
Zaragoza.
Poema de Antonio Machado
A olmo
seco
al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con
las lluvias de abril y el sol de mayo, algunas hojas verdes le han salido.
Antes
que te derribe, olmo del Duero,
con su
hacha el leñador, y el carpintero
te
convierta en melena de campana,
lanza
de carro o yugo de carretera;
antes
que, rojo en el hogar, mañana
ardas,
de alguna mísera caseta
al borde de un camino;
antes que te descuaje el torbellino
y
tronche el soplo de las sierras blancas;
antes
de que el río hacia la mar te empuje,
por
valles y barrancas,
olmo,
quiero anotar en mi cartera
la
gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera
He visto los 3 trabajos Álvaro, tres positivos en Lengua. Un saludo. Bye...
ResponderEliminarProfe son 4, en entradas anteriores esta el de Rafael Alberti
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